Lecciones para salvar vidas en casos extremos

Quince policías nacionales reciben formación para socorrer en los primeros minutos desde a heridos por arma blanca o por un accidente.
En situaciones críticas en las que el tiempo de respuesta es clave. Sucede con heridos por bala o tras ser apuñalados o víctimas de accidentes de tráfico que sufren, por ejemplo, una hemorragia exanguinante y es muy importante actuar en los dos primeros minutos para salvar sus vidas. En algunas ocasiones no da tiempo a que los sanitarios lleguen al lugar de los hechos, y esta es la razón que ha llevado a quince policías nacionales a formarse en primeros auxilios para saber cómo socorrer a una persona en «riesgo extremo de pérdida de vida».
Ayer aprendieron las técnicas a poner en marcha en situaciones límite. Una formación organizada por el sindicato CEP (Confederación Española de Policía), en colaboración con la Jefatura Superior de Policía de Asturias, que tuvo lugar en el patio del cuartel de Buenavista. Entre los promotores estaba el agente de la UPR (Unidad de Prevención y Reacción), Luis Daniel Rodríguez.
Él ya tuvo que valerse de estos conocimientos para afrontar una situación real de riesgo extremo. Fue en el Antroxu de 2019 cuando una persona resultó herida en una pelea y casi se desangra. Acudió en su auxilio.
Se trata de saber cómo actuar ante hemorragias, manejo de la vía aérea o cómo cuando se presentan problemas en la caja torácica como hemotórax abiertos, por ejemplo una herida de bala. Se necesita más formación específica para los policías.
«Hoy en día hay una demanda brutal para formarse en este tipo de situaciones», abundó mientras sus compañeros aprendían a colocarse ellos mismos un torniquete simulando un estado de mareo.
Unas nociones que no se imparten en la academia de Ávila y que consisten en un día de formación teórica y práctica en las que aprenden, por ejemplo, la importancia de mantener temperatura corporal de un herido hasta que pueda ser atendido por los sanitarios o que tras controlar un sangrado masivo, se debe eliminar todo aquello que dificulte la respiración.
«Se trata de saber cómo actuar ante hemorragias, manejo de la vía aérea o cómo cuando se presentan problemas en la caja torácica como hemotórax abiertos, por ejemplo una herida de bala. Se necesita más formación específica para los policías», explicó el instructor Diego Carrasco, director ejecutivo de J&E Diforsa, empresa encargada de impartir la formación.
Todas las nociones están basadas en situaciones donde el riesgo de fallecimiento es alto. Se trata de técnicas que se empezaron a utilizar en conflictos bélicos. Fue en Estados Unidos donde se impartieron por primera vez estos cursos y llegaron a Asturias en 2009 de la mano de esta empresa.
Botiquín
Solo superarán el curso los agentes que hayan pasado todas las pruebas teóricas y prácticas. Recibirán un botiquín que llevarán siempre que patrullen por las calles de Oviedo. Estará formado por torniquetes, parches para heridas en axilas, cuello o ingle, una manta térmica y un aparato para liberar las vías aéreas. Se lo proporcionará la empresa Adaro Tecnología que también está asentada en Asturias.
Fuente: El Comercio